LA RATA
No te ha sido difícil encontrar el reflejo de tu espejo en la Encarta, retrato que te viene al dedo, para disimular y mantener tu ego has copiado las distintas acepciones que de este animal aparecen en el diccionario, proyectándote en otras personas que, por tu falta de inteligencia, han removido tus desvergüenzas y colocas tus etiquetas a otros, en un intento de sanar tu mente.
Te detienes en la acepción 4 con énfasis, seguramente porque quieres cargar tu ira contra las personas que han truncado tus últimas hazañas, mucho mas propias de la acepción 6 aunque, en este caso, el valor si que es considerable.
Pero te viene mas al dedo al denominación de “miserable”, sobre todo en su acepción 4 de tu mismo diccionario, dice: perverso (Sumamente malo, que causa daño intencionadamente. Que corrompe las costumbres o el orden y estado habitual de las cosas), abyecto (Despreciable, vil en extremo), canalla (Gente baja, ruin).
Tachar a los demás de lo que ha sido tu profesión en los últimos tiempos no te es difícil, tu experiencia en mentir, manipular, prometer, comprar y vender en los últimos tiempos ha sido excepcional, o como dice tu “jefe”, espectacular. Continúa en la misma línea que tú mismo vas caminando, ¿o estás ya dentro? hacia la alcantarilla, tu hábitat natural desde el que nunca deberías haber salido, ¡por el bien del pueblo!
