sábado, 2 de agosto de 2008

EL RUNRUNEO DE “EL LADRÓN…”

¿Y SI TE LARGAS TÚ…?

Cambióse el burka por la toallas, recuperose la libertad, escondida tras el velo, pero fue imposible regenerar el personajillo; recuperar la decencia y la vergüenza, una vez perdidas, son tareas harto difíciles, para algunos casi imposible, sobre todo cuando sobre su sien martillean sentimientos tan viles como el odio y la venganza.
La justicia, de la que tan particular y manera interesada habla, le dio un pequeño sobresalto, le obligó a corregir en algo sus obscenos insultos y descalificaciones, pero no ha cejado en el continuo runruneo, necesario para mantener el equilibrio en su absoluto estado paranoide delirante.
Ahora, de vez en cuando, intercala en sus panfletos “políticos”, flashes a modo de homenaje, elogio o encomio, seguramente buscando afianzar las pocas simpatías que restan o quizás es servido como antídoto para mermar en lo posible el asco que sus libelos producen.
Entrar en sus contenidos empieza a ser monótono por lo redundante y poco novedosa de su temática, cualquiera de sus gacetillas políticas puede ser respondida con claro referente en sus andanzas cuando su comandante y su séquito placían a sus anchas por los gobiernos que tanto ansían recuperar.
Hablar sobre sueldos y números 1 y 2 es irrisorio si lo comparamos con los mismos lares del próximo pasado, y no digamos si le añadimos los números “0”, varios ellos, que solo por vociferar y reír las gracias, habéis venido recibiendo sustanciosos emolumentos.
Tema estrella de “El Ladrón…” es el mercadillo, ¡que aperreo tiene!, y nos muestra en fotos un cartel de “prohibida la venta ambulante” que colocó su comandante y jamás hizo cumplir. Por las calles de Gaucín se han seguido vendiendo dulces, turrones, pescado, etc. etc. sin que nada ni nadie lo haya impedido, eso sin hablar del mercado de los sábados, donde se vende “de todo” en pésimas condiciones y que sepamos, ahí se han pedido pocos papeles, acaso desconocíais entonces esas innumerables leyes que ahora muestras, pues lee, lee y verás que su aplicación era responsabilidad de tu comandante desde el 2000 o antes, ¿desidia o interés….?, seguro que tu lo sabes...
Cierto es que ese mercadillo mensual precisaría de algunas limitaciones, sobre todo en los productos alimenticios, pero no difiere tanto del de Sabinillas, que tanto te gusta, a lo mejor lo que no te gusta de este son los organizadores, eso va a ser… date, gracioso lo de las fotos del estrecho, los retoques aceptables.
En tus “crónicas de… sastre” ejerces con glamour tu especialidad: la mentira. Muchas de las obras se puede comprobar que están acabadas o en ejecución, no sería que se habían autorizado “de boquilla” en busca del voto perdido y han tenido que regularizar sus situación, es que para ustedes la norma ha sido poner la carreta delante de los bueyes, pero en el mundo medianamente ordenado es al revés.
El runrún de la radio es lógico, en él te va la cartera, esa fue la mejor decisión que tomó el gobierno municipal en su inicio, probablemente no lo haría con el adecuado asesoramiento, como otras muchas cosas, y a lo peor hasta te estamos alimentando tu paranoia, pero lo que es seguro es que mantener un personaje blasfemando contra los mismos vecinos que le pagábamos no es de cordura, por lo que, aunque nos cueste, ¡acertada decisión!
“El número” es el que día tras día venís dando en el pueblo tú y cuatro desaforados que te rodean y siguen el juego. Resulta vergonzoso que un personajillo como tú, cargado de ira, esté boicoteando cualquier acto del ayuntamiento, no puedes imaginarte cuantos, si dispusieran de tanta desvergüenza, se colocarían esa camiseta y te seguirían el rastro con si del “cobrador del frac” se tratase, serías un personaje “no echado de menos”.
Números para enmascarar que se ponga de manifiesto la multitud de irregularidades cometidas en el pasado, poses intimidatorias de tu comandante con el perenne paquete de papeles que arrastra desde los mítines pero que no sabe ni lo que significan la mayoría, pretendiendo siempre demostrar que lo blanco es negro, ahora venís con preocupaciones por las carreteras, por los sueldos de los trabajadores, con los pagos a los proveedores, ocho años son suficientes para haber dejado el ayuntamiento en mejor orden, y no me vengas ahora con esa terrible preocupación por el derroche energético, eso es nimio comparado con los derroches del pasado, con ellos tendríamos para pagar no solo las luces y aires sino hasta las sombras de los vecinos durante los próximos años.
Esperemos que todo sea renovable menos tu sillón de “director”, por el bien de los gaucineños.